Santo Domingo de Silos

FOTOClaustro románico de Santo Domingo de Silos

Claustro románico de Santo Domingo de Silos

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En la ruta hacia el Monasterio de Santo Domingo de Silos, joya del románico universal, nos encontraremos con otros bellos pueblos, como Hacinas que nos sorprenderá con sus árboles fosilizados.

Árboles de piedra

A cuatro kilómetros y medio de Salas, en dirección sur, hacia Hontoria del Pinar, nos encontramos con Hacinas. Este pueblo posee unos fósiles vegetales muy bien conservados, pertenecientes a un bosque de coníferas. Tres de estos árboles petrificados pueden verse dentro del casco urbano, pero para ver el resto hay que alejarse unos pocos kilómetros. De Hacinas, parte una carretera que nos llevará por una sinuosa carretera, recorriendo el desfiladero del río Mataviejas y rodeados de viejos sabinares, hasta Santo Domingo de Silos, una vez hayamos cruzado la localidad de Carazo.

Silos es mucho más que su monasterio

FOTOCapitel del Claustro bajo

Capitel del Claustro bajo

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La villa de Santo Domingo de Silos está poblada de casas con la arquitectura típica de la zona, con adobe sencillo y entramados de madera al aire. Aparte de algunos restos de murallas del siglo XII y del “Museo de Sonidos de la Tierra”, que alberga una de las mejores colecciones de instrumentos musicales de toda España, este pueblo es conocido sobre todo por su Monasterio, joya del románico, fundado por el Conde Fernán González en el siglo X. Es el doble claustro, de origen visigodo, donde se concentran todas las maravillas de este monasterio. El piso bajo, el más importante, consta de sesenta arcos de medio punto apoyados en otros tantos capiteles, todos ilustrados con aves, luchas de animales, arpías, leones, mostruos, ... Sobre él se levantan dobles columnas y relieves con distintas escenas de la vidad de Jesucristo. El artesonado, mudéjar, es obra del siglo XIV.
El Museo del Monasterio conserva importantes obras como el cáliz mozárabe de Santo Domingo (s. XI), una patena adornada con camafeos romanos (siglos XII y XIII), cruces medievales, etc.
Dignas de visitar son su biblioteca, con más 80.000 volúmenes, muchos de ellos incunables, y la antigua botica (s. XVIII), con una gran colección de tarros de Talavera de la Reina y antiguo instrumental médico.