Atila
Fotomontaje de Atila en Costalomo.
© C.A.S.
Detalle de la huella.
© C.A.S.
De entre todas las huellas aparecidas en Costalomo las más impactantes pertenecen a un rastro, que corre paralelo al estrato, y que está formado por doce huellas. Son tridáctilas, con dedos largos y esbeltos acabados en garras midiendo entre 65 y 75 cm.
Con estos caracteres podemos saber que son obra de un enorme dinosaurio carnívoro de al menos 10 metros de longitud y 4 de altura, solo su cadera se erguiría a casi 3 metros sobre el suelo.
El azote de los dinosaurios herbívoros.
Rastro de Atila
© Museo de Salas de los Infantes.
En base a los pasos que da que son muy cortos sabemos que progresaba muy lentamente quizás acechando alguna presa. A este terrible gigante se le ha apodado como “Atila” pues sería un verdadero azote entre las faunas de Dinosaurios herbívoros de las que se alimentaba. El rastro de “Atila” es el mejor conservado de Costalomo e incluso en varias de sus huellas pueden apreciarse las potentes garras con que estaban dotadas sus patas.
El rastro de “Atila” es absolutamente espectacular y se puede afirmar que no existe en todo el registro mundial de huellas de dinosaurios nada parecido. Para afirmar esto hemos de volver a fijarnos en, la ya varias veces mencionada, extraña preservación de las huellas de Costalomo como relieves sobre la roca.
Más información en la web:
Historia del yacimiento de Costalomo
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