DINOSAURIOS EN CASTILLA Y LEÓN: EL MUSEO DE SALAS DE LOS INFANTES (BURGOS)
En Castilla y León se localizan yacimientos que han ofrecido algunos de los mejores fósiles de dinosaurios de la península ibérica. Aunque aparecen restos en Segovia y Soria, es en la provincia de Burgos donde se concentra la mayor parte de la riqueza en cuanto a paleontología de dinosaurios se refiere de toda la comunidad
Se conocen yacimientos en el Condado de Treviño y restos aislados en Villadiego. La comarca con una mayor densidad de descubrimientos y donde estos tienen mayor importancia científica es el sureste burgalés, que administrativamente se corresponde con la comarca de Salas de los Infantes.
Son además estos restos los más difundidos, ya que desde septiembre de 2001 existe en Salas de los Infantes un Museo de Dinosaurios que expone en sus salas descubrimientos muy significativos.
Nace el Museo de Salas a partir de una colección donada por el Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas (C.A.S) al ayuntamiento de esta localidad. Este Colectivo a lo largo de sus más de 25 años de andadura es un referente por su incansable labor de investigación y divulgación del patrimonio y cultura de esta tierra. Ahora forman parte del equipo investigador del Museo de Salas, siendo este el único centro específico en Castilla y León en cuanto a paleontología a de Dinosaurios se refiere.
La comarca de Salas de los Infantes ha sido históricamente una zona conocida por la gran cantidad de fósiles que atesora, de hecho una de las primeras excavaciones de Dinosaurios que se realizó en España, si no la primera, se localizó en su entorno, como se observa en esta curiosa imagen de 1944 con los fósiles a los pies de David Arroyo Merino, vecino de Salas.
Muchos han sido los hallazgos desde aquellos años y buena parte de ellos pueden hoy contemplarse en una visita al Museo de Salas. Su colección es una de las más completas de España, y en variedad de géneros y especies de Dinosaurios concretos pasa por ser de las mejores de Europa.
En un somero repaso a la exposición destacan los restos del Iguanodon, pacífico herbívoro que vagó agrupado en manadas por las márgenes del inmenso río que cruzaba la zona en el Cretácico Inferior, hace más de 120 millones de años. Fue un Dinosaurio muy abundante y sus restos salpican los yacimientos Salenses, en el Museo expuestos se encuentran diversos huesos de tamaño considerable pertenecientes a este animal.
Al Iguanodon se le atribuyen muchas de las huellas que se han encontrado en Castilla y León. En Regumiel de la Sierra (Burgos) el Equipo científico del Museo de Salas en colaboración con la Universidad de La Rioja, excavó un rastro de este animal en el que se observa el arrastre de su larga cola por el suelo, siendo éste el único de estas características asimilables a Iguanodon en todo el registro mundial. En Costalomo (Salas de los Infantes, Burgos) también hay huellas hoy en estudio pertenecientes a Iguanodon, con la peculiaridad de que en el rastro se observa una cojera del individuo que realizó las improntas.
Otros herbívoros igualmente abundantes en el Cretácico Inferior fueron los Hipsilofodóntidos, de estos pequeños y ágiles dinosaurios conserva el Museo una de las mejores y más variada colecciones europeas tras la del Museo Británico de Historia Natural. Como ejemplo de esta variedad se localiza un yacimiento de las cercanías de Salas de los Infantes donde aparecieron cientos de restos óseos pertenecientes a cinco crías de Hipsilofodon, algunos de los huesos muestran marcas de colmillos de carnívoros lo que nos da una pista sobre cual pudo ser la causa última de la muerte de estos juveniles. Permite además conocer los cambios esqueléticos que se producen en estos dinosaurios durante su crecimiento, lo que hace de los yacimientos de Hipsilofodóntidos burgaleses hitos importante para mejorar los conocimientos sobre estos animales.
También se exponen espinas defensivas del dinosaurio acorazado llamado Polacanthus, en concreto cuatro espinas recuperadas traducen la importancia científica ante la escasez en el registro fósil europeo de este dinosaurio.
De otro dinosaurio acorazado, el Estegosaurio, se han recuperado vértebras y fragmentos de placas, que se han sumado al registro español de esta peculiar familia.
No faltan restos de dinosaurios carnívoros, colmillos afilados como dagas finamente aserrados han sido recientemente estudiados y atribuidos a diferentes géneros. De especial relevancia son los restos de un enorme dinosaurio piscívoro, el Baryonix, descubierto en Inglaterra en los años 80. Los huesos castellanoleoneses vienen a contemplar, en individuos semejantes, la parte del esqueleto que no se recuperó en el descubrimiento inglés, y que arrojarán luz sobre estos peculiares seres, cunado se contrasten con los del Museo Británico de Historia Natural, una vez ha mostrado interés en conseguir unas réplicas de estos materiales y realizar un estudio en colaboración con el Museo de Salas.
También los carnívoros dejaron sus huellas en los yacimientos de Castilla y León en Costalomo (Salas de los Infantes) y en La Pedraja (Mambrillas de Lara) han sido encontradas huellas de dedos largos y estilizados que son atribuibles sin ningún género de dudas a grandes y ágiles dinosaurios cazadores.
De entre todas las piezas que conforman la exposición, quizás las que más asombren al visitante sean los huevos fósiles de dinosaurios. Es un increíble milagro de la fosilización que algo tan frágil pueda haber llegado hasta nuestros días millones de años después de que una madre dinosaurio los depositara. Hay expuesto parte de un nido, así como un huevo completo quizás de la misma puesta y que es el huevo mejor conservado de los encontrados en España. Han sido atribuidos a titanosáuridos, dinosaurios saurópodos de unos 20 metros de longitud, que nidificaban en grandes colonias a orillas de lagos y pantanos que se desarrollaban en el sureste burgalés hace 65 millones de años.
Pero el hallazgo más importante y espectacular que se ha producido en Castilla y León en cuanto a paleontología de dinosaurios fue el descubrimiento de unos grandes restos óseos de un Rebaquisáurido en el yacimiento de Tenadas de los Vallejos II en La Revilla-Ahedo (dos pequeñas localidades cercanas a Salas de los Infantes).
En este lugar miembros del Colectivo Arqueológico-Paleontológico de Salas (C.A.S) recuperaron en superficie un enorme fémur de 1,10 metros de longitud así como dos isquiones (huesos de la cadera) y varias vértebras caudales pertenecientes a un Rebaquisáurido, un dinosaurio saurópodo (herbívoros cuadrúpedos de grandes dimensiones). Este hallazgo fue presentado en Salas de los Infantes, dentro de las II Jornadas Internacionales sobre Paleontología de Dinosaurios y su Entorno (Septiembre 2001), además próximamente aparecerá publicado en las revistas europeas de difusión internacional.
Animados por la importancia del material aparecido en superficie, el C.A.S y el Museo de Salas decidieron emprender una campaña de excavación en este yacimiento durante Julio de 2002 bajo la dirección de Fidel Torcida (Director del Museo de Salas) y Xavier Pereda (Universidad del País Vasco), además de Nathalie Bardet (Museo Nacional de Historia Natural de París), con participación de universitarios de Salamanca y Zaragoza. Se produce la interesante circunstancia de que los Rebaquisáuridos sólo se habían localizado en el Hemisferio Sur, por lo que este yacimiento burgalés es excepcional en Europa. Además el dinosaurio de La Revilla-Ahedo es más antiguo que sus familiares africanos y suramericanos, por lo que podría plantearse una nueva hipótesis sobre el origen de los Rebaquisáuridos a partir del estudio en curso.
Los dinosaurios no estuvieron solos durante su largo reinado, diferentes animales vivieron bajo su supremacía. En el Museo de Salas se exponen restos de cocodrilos, tortugas y peces que completan el repaso a la fauna mesozoica en Castilla y León. Muy interesante es el fósil, prácticamente completo, de una tortuga denominada Salasemys pulcherrima. Su caparazón está ornamentado con curiosas formas geométricas desconocidas en tortugas de su misma época por lo cual estaríamos ante un fósil peculiar en el registro mundial de tortugas mesozoicas.
Todo el Sureste de la provincia de Burgos es rico en lugares donde aparecen xilópalos (restos fósiles de madera) siendo considerada como una de las más importante zonas de toda Europa en este tipo de materiales. Un ejemplo bien conocido es el pueblo de Hacinas que expone en su casco urbano varios troncos de árboles fósiles de gran tamaño.
Pero además de estos se han encontrado otro tipo de vegetales fósiles que muestran la exuberante cobertura vegetal de tipo subtropical que acompañó y alimentó a los dinosaurios. Así, el Museo de Salas cuenta con ejemplares únicos en toda la Península Ibérica como son los troncos de helechos arborescentes, bennetitales (palmeras enanas) e incluso piñas perfectamente conservadas.
Todos los hallazgos, dinosaurios, cocodrilos, tortugas, peces, vegetales,... hacen que Castilla y León, sobre todo el sureste burgalés, la comarca de Salas de los Infantes, albergue, como en pocos lugares de la península ibérica, yacimientos en el que los paleontólogos pueden reconstruir un ecosistema mesozoicos de una manera fidedigna. Todos los datos así recogidos permiten inferir que hace más de 120 millones de años estas tierras fueron el curso de un inmenso río que provocaba inundaciones periódicas formando zonas pantanosas en su retirada. Sus orillas ocupadas por plantas típicas de climas subtropicales bullían de una vida, que aún hoy, conociendo únicamente sus restos fósiles no deja de maravillarnos.
Este breve repaso a lo descubierto hasta hoy y expuesto en el Museo de Dinosaurios de Salas no deja de ser, aún con la trascendencia que tiene, una pequeña muestra de lo que estas tierras pueden aportar en años venideros a la paleontología de dinosaurios nacional e internacional.
Además de los yacimientos conocidos que esperan poder ser excavados, son otros muchos lo que aguardan a ser descubiertos para regalarnos sus tesoros fósiles para sorpresa y disfrute de todos. Son también una enorme cantidad de piezas las que necesitan ser estudiadas, algunas de ellas se encuentran ahora inmersas en este proceso de catalogación y estudio gracias a la labro investigadora tanto del CAS como desde el Equipo Científico del Museo de Salas. Es este centro museístico hoy en día un referente para muchos paleontólogos nacionales y extranjeros.
A este intercambio de conocimientos contribuyen las Jornadas Internacionales sobre Paleontología de Dinosaurios y su Entorno que se vienen celebrando en Salas de los Infantes, acudiendo a ellas los paleontólogos más reconocidos a nivel mundial. Estas convocatorias han cimentado el indudable prestigio que el Museo de Salas y su colección de dinosaurios goza en la actualidad entre los profesionales de paleontología.
El estudio de dinosaurios en Castilla y León está aún en sus comienzos ,pero por potencial tanto de yacimientos como humano puede y debe erigirse en referencia para la puesta en valor de este singular patrimonio que atesora. Las bases están firmemente asentadas en lugares como Salas de los Infantes, esta localidad y su comarca será, de hecho lo es ya, cita y lugar obligado para futuras investigaciones de la fauna europea. Además conociendo el tirón popular que arrastran los dinosaurios ha de servir de dinamizador de la economía y desarrollo de esta zona de Castilla y León.