Veinte años trabajando en torno a los dinosaurios de Castilla y León
© Fidel Torcida es el director del Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes y patrono de la Funda
La Fundación Dinosaurios CyL cumple su vigésimo aniversario
'Que veinte años no es nada', cantaba Carlos Gardel en un conocido tango que supera airosamente el paso del tiempo: cumplirá noventa años en 2025. Pero veinte años puede ser mucho si son intensos y fructíferos, como es el caso del XX aniversario de de la Fundación para el Estudio de los Dinosaurios de Castilla y León (FDCyL), nacida al amparo del Ayuntamiento de Salas de los infantes (Burgos).
El ánimo de la Fundación es fortalecer el trabajo y proyectos, y atender necesidades del museo salense. Pero se desarrolla bajo un contexto difícil: presupuestos económicos limitados, ámbito rural con problemas crónicos de despoblación, envejecimiento y depresión económica. También es necesario señalar su localización en un territorio con un patrimonio paleontológico extraordinario y de impacto internacional gracias a los estudios e investigaciones realizadas.
La FDCyL realiza un papel importante de apoyo al Museo de dinosaurios salense, y también promociona, protege y difunde aquellos lugares del territorio donde la riqueza patrimonial se encuentra. Así, los recursos de esta fundación se dirigen a fomentar la investigación, conservación, didáctica y divulgación del patrimonio paleontológico de la Sierra de la Demanda y de Castilla y León.
Su actividad ha paseado este patrimonio por España, ha merecido la atención nacional e internacional con proyectos singulares como el Diario de Dinosaurios o el Concurso Internacional de ilustraciones científicas sobre dinosaurios, ha apoyado excavaciones paleontológicas o la restauración de fósiles de dinosaurios que son únicos en el mundo.
Ciertamente es un proyecto singular en Castilla y León, por su localización en un ámbito rural deprimido poblacional y económicamente. La FDCyL ayuda a coser un tejido social debilitado, y contribuye a vertebrar una comarca que comparte con otras españolas el abandono por parte de las instituciones. Este aniversario y lo que significa como ejemplo singular de trabajo constante e incansable, con un respaldo de instituciones como el Ayuntamiento salense o la Diputación de Burgos, y el aliento de un amplio grupo de Amigos altruistas, merecería contar con más apoyo de instituciones provinciales, autonómicas y nacionales.
Quizás 'veinte años no son nada', pero la FDCyL mira al futuro para seguir creciendo y demostrando que se puede hacer mucho. Y es que, a diferencia de Carlos Gardel, esta fundación no tiene 'miedo del encuentro con el pasado que vuelve', sino todo lo contrario: lo que inspira la historia del pasado remoto con un planeta poblado de dinosaurios es emoción y compromiso.
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