DESCUBIERTO UN "MEGAYACIMIENTO" DE ICNITAS DE DINOSAURIOS EN LA COMARCA DE LARA
Colectivo Arqueológico - Paleontológico Salense
230 YACIMIENTOS PALEONTOLÓGICOS EN LA SIERRA DE LA DEMANDA
Durante el otoño de 2006 la empresa salense DINOCYL S.C. realizó la 5ª campaña del INVENTARIO PALEONTOLÓGICO DE LA SIERRA DE LA DEMANDA, promovida por la Junta de Castilla y León. En concreto se ha trabajado en once términos municipales: Campolara, Cascajares de la Sierra, Hortigüela, Jaramillo de la Fuente, Jaramillo Quemado, Lara de los Infantes, Mambrillas de Lara, San Millán de Lara, Torrelara, Villaespasa y Villoruebo, además de cinco ledanías o terrenos comunales pertenecientes a varios municipios. El equipo de trabajo ha estado formado por miembros del Colectivo Arqueológico-Paleontológico de Salas, C.A.S.
La prospección abarcó un total de 259,26 Km2, y el número de yacimientos inventariados asciende a 26 por lo que el número de éstos catalogados hasta el momento en la Sierra burgalesa es 230. El trabajo de exploración ha permitido la incorporación al inventario de yacimientos de gran importancia, entre los que destacan cuatro nuevos yacimientos de icnitas, u otros con restos óseos de dinosaurios y de restos fósiles de vegetales.
Los resultados de este proceso de catalogación confirman varios aspectos que se han venido refiriendo en distintos medios, a saber, el elevado número y la concentración de afloramientos de restos fósiles del Mesozoico (más de 230 entre las cinco campañas realizadas desde 2002 hasta el momento) en esta parte de la Sierra de la Demanda, dentro de la comarca de Salas de los Infantes. Además, se prevé la necesidad de realizar al menos una campaña más para completar el inventario paleontológico de la sierra burgalesa.
Con la documentación de estos yacimientos se colabora en la datación geológica de la Sierra de la Demanda, con características diferenciadas dentro del Sistema Ibérico, y se aportan datos muy significativos para la reconstrucción de los paleoecosistemas mesozoicos. Por otro lado se considera conveniente gestionar el patrimonio paleontológico como un recurso científico asociado a la dinamización económica y turística de los lugares donde aflora. Buen ejemplo de ello es la labor y la función que realiza el Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes.
UN MEGAYACIMIENTO DE ICNITAS DE DINOSAURIOS
La novedad más importante de la campaña de 2006 es la documentación de un extenso yacimiento de icnitas de dinosaurios en la subcomarca de Lara, datado en el Jurásico final (aprox. 144 millones de años atrás). La existencia del mismo había sido comunicada por vecinos de la zona a miembros del Colectivo CAS; los trabajos de prospección realizados proporcionaron resultados espectaculares. El yacimiento se extiende a lo largo de unos 4 Km, aunque aflora de forma discontinua por la existencia de vegetación y derrubios; comprende al menos 2 capas sucesivas –inferior y superior- de rocas calizas. La capa principal alcanza en algunos lugares una anchura de unos 8 metros, en otros se reduce a 1-2 metros, y en otros puntos está tapada casi en su totalidad. En conjunto la superficie estimada del yacimiento es de 5000 m2. El número de huellas fósiles o icnitas que contiene el yacimiento puede ser superior a 1000, en un estado de conservación variable; esta cifra supone el 10% del total de icnitas descritas hasta 2006 en la Cuenca de Cameros, que comprende terrenos de Burgos, Soria y La Rioja. El nuevo yacimiento burgalés es uno de los más extensos y con mayor número de icnitas de dinosaurios de Castilla y León (en Soria el yacimiento de Valles de Valdelalosa posee una extensión aproximada de 3000 m2, y hasta ahora se han identificado en él 300 huellas).
El yacimiento burgalés contiene huellas de dinosaurios Terópodos (carnívoros), Ornitópodos (herbívoros) y Saurópodos (herbívoros de gran tamaño y tonelaje). Las huellas saurópodas corresponden a la pisada de manos y pies, y conservan detalles anatómicos como marcas de los dedos, algo muy escaso en los yacimientos españoles. Otras huellas encontradas son de arrastre de cola, y unos surcos que se interpretan como hozaduras en el barro de los dinosaurios, lo que sugiere una conducta de búsqueda de alimento dentro del sustrato (raíces, bulbos, etc).
Gran parte de las huellas tiene una buena conservación, lo que facilitará su estudio. Además, la gran extensión del yacimiento constituye un amplio escenario de los ecosistemas burgaleses de finales del Jurásico, en el que también habrá quedado reflejado el comportamiento de dinosaurios de varias especies. El paisaje de aquella época consistía en un lago extenso y poco profundo, que sufría con frecuencia oscilaciones de su nivel de agua, de modo que las orillas quedaban expuestas y los dinosaurios se desplazaban por amplias áreas fangosas buscando agua y alimento. En las rocas procedentes de los sedimentos de ese lago se han encontrado fósiles de algas y caracoles acuáticos. El clima era cálido, subtropical.
El descubrimiento de este megayacimiento refuerza la importancia de Castilla y León, y de Burgos en particular, en restos de huellas de Dinosaurios, triplicando el número de icnitas conocidas en nuestra provincia hasta ahora. El futuro de este yacimiento pasa por su excavación –al menos parcial-, su estudio y su puesta en valor. Y por supuesto, ese futuro está ligado al de la candidatura de las icnitas de Dinosaurios de la Península Ibérica a Patrimonio Mundial. Aunque este yacimiento no esté integrado en la candidatura, su existencia subraya las opciones de la misma a alcanzar el citado galardón.
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